El rey David cometió adulterio, concibió un hijo fuera del matrimonio y mató a un hombre. Entonces, ¿como es que Dios dijo que David era “varón conforme a su corazón” (1 Samuel 13:14, vrv)? David fue completamente honesto con respecto a sus transgresiones. Él no puso excusas; él admitió que había pecado contra Dios. Esto hizo que su vida de oración fuera poderosa.
Si usted ha hecho algo malo, confiéselo inmediatamente. Póngase a cuentas con Dios, pida perdón y siga su vida.
Si usted ha confesado su pecado ante Dios, entonces su corazón está limpio y usted podrá ofrecer a “sacrificio de alabanza” (Hebreos 13:15) a Él.