sentirme taza. imaginarme a mí mismo como una taza. Una taza llena… Llena de leche, pensé… La leche es algo útil, nutritivo, importante, vital. ¿De qué otra cosa podía imaginarme lleno yo en mi omnipotencia? Me imaginé llevando mi contenido donde fuera más útil. Pero, ¡oh, sorpresa!… no podía darlo sin vaciarme y si lo hacía, dejaba de ser la taza llena… Y lo que me hizo sentir peor: yo sólo podía servir para esa leche, caliente o fría, recién ordeñada o podrida…
¡No! No era eso lo que quería para mí. No es eso lo que quiero ahora para mí. Quiero vaciarme…
Para poder llenarme…
Para no estar nunca lleno…
Para ser la esencia de mí mismo. Para vivir…