La familia de Arlequín sigue una arraigada costumbre: por generaciones han sido veladores y él heredará el oficio. Pero el chico no quiere velar, sino volar. Huyendo de su destino, emprende un inesperado viaje. En el camino, encuentra dificultades y seres maravillosos, hasta llegar a Algonquín, un remoto y enigmático archipiélago. ¿Podrá dar un giro a su vida o volverá derrotado para ser velador?
Una sorprendente novela sobre el crecimiento y la búsqueda incansable de los sueños.