Texturas 47: Mutaciones y responsabilidades en la edición

en la lógica de la biblioteca y de la página del libro o el diario impreso, «el lector es un cazador furtivo, un peregrino, un viajero» abierto a la sorpresa de lo inesperado, mientras que «la lógica de la producción textual y de la lectura en el entorno digital es, en cambio, temática, tópica y, finalmente, algorítmica, transforma a los textos y los lectores en bancos de datos».

Universidad habilitara espacios físicos (no virtuales o, al menos, no exclusivamente, y menos ahora que la pospandemia buscará el cuerpo a cuerpo) donde acoger encuentros cotidianos de reflexión serena y crítica, que dieran cita al alumnado y los docentes con profesionales en ejercicio periodístico para abordar una programación permanente de máxima actualidad con el fomento de la lectura explícitamente en un horizonte común.

Como refuerzo, la agenda periodística habría de empezar a incorporar la actividad que se produce en la Universidad, donde se desarrolla un acontecer cultural transversal relacionado siempre, en última instancia, con los nuevos públicos y la lectura, que es digno de ser atendido y fijado.