Este libro reconstruye una de las historias nacionales más debatidas, la de un Estado que apela al más remoto de los tiempos, el del Antiguo Testamento, como una de sus fuentes de legitimación. Para dar cuenta de ello, el autor se remonta al pasado del pueblo judío en las tierras bíblicas y también en su diáspora, para presentar los fundamentos de lo que se convertiría en un proyecto político -el sionismo— que alentó la fundación del Estado de Israel en 1948. Los capítulos medulares de esta obra trazan un recorrido que se inicia con la formulación del proyecto sionista a finales del siglo XIX y que concluye en nuestros días.