Testigo moral de la Europa destruida por la Segunda Guerra Mundial, las obras de creación y las reflexiones teóricas de Albert Camus (1913–1960) convergen en la indagación de la complejidad y ambigüedad de la condición humana. Testimonio y balance de unos años críticos de la vida pública francesa, los textos recogidos en CRÓNICAS (1944–1953) configuran un retrato inestimable de su postura ante el conflictivo y desganado mundo que lo rodea. «La verdadera desesperanza —escribe Camus en un prefacio cargado de vigencia— proviene de que no sabemos ya nuestras razones para luchar o, precisamente, si debemos luchar. Las páginas siguientes afirman simplemente que, aunque la lucha es difícil, las razones para luchar, al menos, siguen siendo claras.»