En Las moscas, el autor nos comparte cuentos que emergen a partir de situaciones anómalas, descabelladas, al filo de lo irracional, jugando siempre al borde de abismos que surgen a cada paso de lo que se considera como real. En su desarrollo, los protagonistas mantienen expectante al lector con preguntas que lo desconciertan y acontecimientos que discurren en un plano onírico, generando propuestas llamativas en base a situaciones aparentemente nimias que adquieren una dimensión trascendental.