En esta, que sería una de sus últimas novelas, Brown describe con singular maestría el ambiente de Los Angeles en plena época beatnik. Es una novela de asesinatos, proyectados y realizados a sangre fría, y que alcanza su culminación en la última hoja. Los personajes, descritos con esa difícil facilidad de Fredric Brown, son beatniks y actores presentados con un realismo extraordinario.