Yo creo que Dios tiene música, al menos es lo que pienso, yo creo que estos cerros tienen música, las piedras, las nubes, el cielo… El tipo hablaba y hablaba Kurosawa. Yo había despertado mal y fui a la cocina del albergue por si me topaba con un café. Allí estaba. Cuando le contesté algo me di cuenta de que me seguía los labios porque era sordo, sordo como una tapia. Amanecía y las ciudades de agua flotaban en el silencio infinito del cielo. Escuche siguió todavía diciéndome mientras me alejaba, escuche, escuche…