En algún momento del desarrollo histórico del psicoanálisis y de la psiquiatría académica se produjo una colusión en la que participaron ambas disciplinas. El presente texto desenmascara las espurias razones de dicha colusión y nos muestra la riqueza de las aportaciones de múltiples psicoanalistas a la comprensión y al tratamiento del trastorno psicótico.
En una época dominada por un imperialismo biologicista que reduce el sufrimiento mental a sus hipotéticas bases bioquímicas, resulta necesario rescatar la escucha, el interés por lo narrado y la búsqueda del sentido que encierra el discurso psicótico. Así, la presente obra reivindica la psico(pato)logía, estudiada desde el modelo relacional, como la mejor fuente de información sobre la persona que sufre un trastorno de este tipo. Se trata de un abordaje que posibilita estrategias de intervención más eficaces, ya que facilita la construcción de un patrón diagnóstico más complejo e integrador, más próximo a la realidad de la clínica que la simplicidad propia del actual abordaje biologicista.