tación, que acaso se hacía con un ligero sonsonete, sin llegar al canto, y se puntuaba con una especie de batuta.
14) La Ilíada, a lo largo de las recitaciones seculares, ha sufrido algunas adaptaciones de oportunidad, algunas adulteraciones voluntarias e involuntarias, e interpolaciones de mayor o menor bulto.
15) La versión canónica de la Ilíada, fijada siglos después por los críticos alejandrinos, no difiere en nada esencial del texto que hoy se acepta. A él corresponden también con exactitud los motivos tomados a la Ilíada por los pintores de vasos griegos.
Cuernavaca, noviembre de 1949