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Gabriela Mistral

Gabriela Mistral. Los poetas te han escogido

  • carolina carbajalhas quoted7 years ago
    «Habla con dejo de sus mares bárbaros,
    con no sé qué algas y no sé qué arenas;
    reza oración a dios sin bulto y peso,
    envejecida como si muriera.
    En huerto nuestro que nos hizo extraño,
    ha puesto cactus y zarpadas hierbas.
    Alienta del resuello del desierto
    y ha amado con pasión de que blanquea,
    que nunca cuenta y que si nos contase
    sería como el mapa de otra estrella.
    Vivirá entre nosotros ochenta años,
    pero siempre será como si llega,
    hablando lengua que jadea y gime
    y que le entienden sólo bestezuelas.
    Y va a morirse en medio de nosotros,
    en una noche en la que más padezca,
    con sólo su destino por almohada,
    de una muerte callada y extranjera».
  • Luis F. Guzmánhas quoted2 years ago
    Me nació de cosas

    que no son país;

    de patrias y patrias

    que tuve y perdí;

    de las criaturas

    que yo vi morir;

    de lo que era mío

    y se fue de mí.
  • Luis F. Guzmánhas quoted2 years ago
    Vivo una vida entera en cada hora que pasa;

    como el río hacia el mar, van amargas mis venas.
  • Francisco Hernandezhas quoted6 years ago
    ¡Padre Nuestro que estás en los cielos!, recoge

    mi cabeza mendiga, si en esta noche muero.
  • trestrecehas quoted7 years ago
    Canto que amabas
    Yo canto lo que tú amabas, vida mía,
    por si te acercas y escuchas, vida mía,
    por si te acuerdas del mundo que viviste,
    al atardecer yo canto, sombra mía.
    Yo no quiero enmudecer, vida mía.
    ¿Cómo sin mi grito fiel me hallarías?
    ¿Cuál señal, cuál me declara, vida mía?
    Soy la misma que fue tuya, vida mía.
    Ni lenta ni trascordada ni perdida.
    Acude al anochecer, vida mía;
    ven recordando un canto, vida mía,
    si la canción reconoces de aprendida
    y si mi nombre recuerdas todavía.
    Te espero sin plazo y sin tiempo.
    No temas noche, neblina ni aguacero.
    Ven igual con sendero o sin sendero.
    Llámame adonde tú eres, alma mía
    y marcha recto hacia mí, compañero.
  • Luz Mediehas quoted20 days ago
    Te espero sin plazo y sin tiempo.

    No temas noche, neblina ni aguacero.

    Ven igual con sendero o sin sendero.

    Llámame adonde tú eres, alma mía

    y marcha recto hacia mí, compañero.
  • Luz Mediehas quoted20 days ago
    Canto que amabas
    Yo canto lo que tú amabas, vida mía,

    por si te acercas y escuchas, vida mía,

    por si te acuerdas del mundo que viviste,

    al atardecer yo canto, sombra mía.

    Yo no quiero enmudecer, vida mía.

    ¿Cómo sin mi grito fiel me hallarías?

    ¿Cuál señal, cuál me declara, vida mía?

    Soy la misma que fue tuya, vida mía.

    Ni lenta ni trascordada ni perdida.

    Acude al anochecer, vida mía;

    ven recordando un canto, vida mía,

    si la canción reconoces de aprendida

    y si mi nombre recuerdas todavía.
  • Luz Mediehas quoted20 days ago
    Corro, echando a la hoguera cuanto es mío.

    Porque todo lo di, ya nada llevo,

    y caigo yo, pero él no me agoniza

    y sé que hasta sin brazos lo sostengo.

    O me lo salva alguno de los míos,

    hostigando a la noche y su esperpento,

    hasta el último hondón, para quemarla

    en su cogollo más alto y señero.

    Traje la llama desde la otra orilla,
    de donde vine y adonde me vuelvo.
  • Luz Mediehas quoted20 days ago
    vilano que iba y venía

    por la nonada del soplo,

    no más que un hilo de araña

    o que un repunte de arenas.

    Pude no volver y he vuelto.

    De nuevo hay muro a mi espalda,

    y he de oír y responder

    y, voceando pregones,

    ser otra vez buhonera.

    Tengo mi cubo de piedra

    y el puñado de herramientas.

    Mi voluntad la recojo

    como ropa abandonada,

    desperezo mi costumbre

    y otra vez retomo el mundo.

    Pero me iré cualquier día

    sin llantos y sin abrazos,

    barca que parte de noche

    sin que la sigan las otras,

    la ojeen los faros rojos

    ni se la oigan sus costas...
  • Luz Mediehas quoted20 days ago
    La desasida
    En el sueño yo no tenía

    padre ni madre, gozos ni duelos,

    no era mío ni el tesoro

    que he de velar hasta el alba,

    edad ni nombre llevaba,

    ni mi triunfo ni mi derrota.

    Mi enemigo podía injuriarme

    o negarme Pedro, mi amigo,

    que de haber ido tan lejos

    no me alcanzaban las flechas:

    para la mujer dormida

    lo mismo daba este mundo

    que los otros no nacidos...

    ç

    Donde estuve nada dolía:

    estaciones, sol ni lunas,

    no punzaban ni la sangre

    ni el cardenillo del Tiempo;

    ni los altos silos subían

    ni rondaba el hambre los silos.

    Y yo decía como ebria:

    «¡Patria mía, Patria, la Patria!».

    Pero un hilo tibio retuve,

    –pobre mujer– en la boca
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