México se caracteriza por la desigualdad de oportunidades y la escasa movilidad social. Las personas enfrentan severos obstáculos para alcanzar mayores niveles de bienestar debido a rezagos persistentes y a nuevos desafíos para la justicia social. Este volumen parte de un estudio de los legados de desigualdad en la educación para luego explorar los patrones diferenciados de oportunidades que se tienen para adquirir trabajos e ingresos dignos. A estas asimetrías se suman dos fenómenos relativamente nuevos que han profundizado las brechas sociales existentes y que representan agendas de investigación imprescindibles: la migración de retorno y el cambio climático. El libro concluye con el análisis de las percepciones ciudadanas sobre las desigualdades y con el de la heterogeneidad de las capacidades gubernamentales disponibles en el plano subnacional para abatir estas asimetrías sociales.