Este libro es un excelente pretexto para recorrer la ciudad, para percibir aromas, sonidos, sensaciones, y un álbum lleno de fotografías que sólo la memoria mantiene a color.
Un texto autobiográfico lleno de juegos literarios, una historia que te mantiene atento no solo del joven protagonista de la historia, sino de la Historia misma de un México que ya pertenece al pasado; el mundial, Echeverria, el socialismo, el metro de la ciudad, y la vida de aquellos años, son para mí una postal del Distrito Federal.