En momentos en que el mundo vive el fenómeno inédito de la globalización, que nos aúna y hace comunes los problemas, se presenta un profundo conflicto entre moralidad y eticidad que afecta al planeta en toda su dimensión. Sin embargo, el destino de las naciones, los pueblos y las personas depende de la clarificación de las formas de comportamiento, realidad que convierte a la moral en la llave de las ciencias humanas de nuestros días. Estamos, evidentemente, ante una cuestión que exige resolución inmediata y una de las vías para orientarnos es la filosofía práctica, sus interpretaciones y proyecciones, aportes imprescindibles para la comprensión y el reencauzamiento de nuestro mundo.