Se decía que el número de miembros de esta asociación nunca había superado los treinta y se había limitado, a lo largo de buena parte de su existencia, a sólo nueve o diez. Esto, y el hecho de que habitualmente rehuyera la publicidad, contribuyó a que su nombre se viese rodeado durante un tiempo de cierto misterio, y cada vez que la Hayes Society se pronunciaba sobre determinados aspectos de la profesión, sus dictados adquirían valor de mandamientos