Veintitrés años atrás, la reina de belleza Peach Rondell se fue de Misisipi y juró nunca regresar. Pero ahora ha vuelto, desaliñada, divorciada e infeliz, intentando comprender por qué le ha ido tan mal en la vida. Para escapar de la mirada escrutadora de su madre, pasa sus días en un rincón del Café de los Corazones Rotos, escribiendo su diario. Busca respuestas, pero antes descubrirá el poder sanador de la escritura, y sobre todo la inesperada amistad de un insólito grupo de personajes que le mostraran que para saber qué rumbo darle a la vida, a menudo hay que aceptar lo que nos ha pasado. Humor, ternura y mucha atmósfera sureña en una novela para saborear.