Próspero, duque legítimo de Milán, es traicionado por su hermano y se encuentra en una isla desierta tras naufragar su buque. La obra comienza con una fuerte tormenta, desatada por Ariel -por orden de Próspero-, cuando adivina que su hermano Antonio viaja en un buque cerca de la isla en la que se encuentra. En ella, Próspero cuenta con la compañía de su hija Miranda, descansa con sus numerosos libros y se dedica al estudio y el conocimiento de la alquimia y la magia. Próspero entra en contacto con espíritus como Ariel. Con su ayuda, organiza un encantamiento que le permitirá iniciar su venganza. Al final Próspero renunciará a su magia, perdona a sus enemigos y permite el matrimonio entre Miranda y Fernando.