Las caretas van cayendo como fichas de dominó enlazadas ahora que Catrina y sus verdaderos motivos para estar interna en el convento han sido descubiertos. Adrián, su pasado y la relación con el presente comienza a ver la luz. Pero eso no es todo. Sus investigaciones para desvelarse mutuamente han tirado de hilos externos que comienzan a mostrar que todo el mundo a su alrededor oculta un secreto, que cada quien es el resultado de las decisiones que un día tomaron.
Fuera y dentro de aquellas paredes, el peligro acecha. Catrina ya no puede elegir: sus actos lo han hecho por ella y debe fingir seguir en el mismo bando que la ha llevado al convento, pero sin estar en él en realidad. Ahora pertenece al de Adrián de la Osa, lo cual no sería un problema si no estuviera enamorándose, y él, ese hombre que dice ser cura, no se sintiera terriblemente resentido con Catrina por haberlo traicionado.
Secretos, pecados, doble moralidad, amor y erotismo componen esta segunda parte del dark romance más esperado.
¿Tienes algo que confesar antes de que termine?