Oona y Salinger

Todas las mañanas me levanto contento por despertarme, pero todas las noches tengo miedo de dormirme, pues sé que volveré a ir allí y volveré a darles demasiada comida, hasta que les estalle la barriga

Pero yo no pido nada mejor para mí: mi sueño sería ir a la oficina, o escuchar jazz todo el día sin acordarme de nada. No soporto nada, salvo hablar con chicas muy jóvenes o con árboles muy viejos.

Babbitt, de Sinclair Lewis, en 1922.

El suicidio de Seymour Glass en «Un día perfecto para el pez plátano» es sin duda el suyo.

El silencio le sienta bien. Se pasa el día repitiendo la misma palabra: Fubar. Estoy Fubar. Son las siglas de «Fucked Up Beyond All Recognition».

por qué Chaplin no estaba presente en su acera. Me respondió: «Because he was a commie!» Entonces, ¿era mejor ser nazi?

El aburrimiento existencial, la sensación de vacío, la frustración globalizada alimentan este deseo aterrador llamado nihilismo

Los niños mimados y amnésicos de los países ricos esperan inconscientemente que un nuevo cataclismo libere espacio para los supervivientes. Quieren dejar huella. Sueñan, sin confesárselo, que la Historia no haya llegado a su fin. Buscan una nueva utopía, nuevas divisiones. Anhelan un nuevo enemigo al que masacrar.

Eso es lo que asesinarán las guerras: nuestra curiosidad.

Ahora imaginaos ya no a un solo tipo como yo que se toma por un asesino, sino a mil, dos mil, dos millones de supermanes escupiendo fuego con el dedo.