Esteban, un nicaragüense exguerrillero sandinista es llevado, junto con otros catorce hombres, desde América Central con la promesa de trabajar a bordo de un buque de carga. Sin embargo, el Urus es un oxidado armatoste abandonado en un aislado muelle de Brooklyn. La tripulación vive meses en condiciones terribles: atrapados, sucios, enfermos y humillados; víctimas de su propia pobreza y la trapacería de los demás.
Cuando Esteban abandona el barco y merodea los barrios de Brooklyn en busca de alimento y socorro, se presenta una imagen fascinante de Estados Unidos, vistos a través de unos ojos poco sofisticados.