Qué angustia cuando las videollamadas se cortan de repente y no sabés bien por qué, o cuando, en el medio de una, se va la señal y la otra persona queda desfocada y borrosa, y vos le hablás y le decís “hola, ¿me escuchás?” y del otro lado nada, y estás como queriendo resucitar a alguien