Rüdiger, el pequeño vampiro, recibe la visita de un pariente. Se trata de la remilgada prima Olga von Seifenschwein de Transilvania, de la que Rüdiger se enamora perdidamente. Anna está muy enfadada, pues lo malo es que la señorita Olga, altiva y presumida, no siente lo mismo por él y Rüdiger hace todo lo que Olga le manda. Por otra parte, la tía Dorothee hace lo que está en su mano para que la estancia de su consentida sobrina sea todo lo agradable posible Las situaciones cómicas y difíciles se suceden a ritmo vertiginoso.