Para los seres humanos, la abundancia y la escasez de alimentos son temas de interés universal. Las fluctuaciones impredecibles en el abasto de alimentos, junto con la presión poblacional, el conflicto, la competencia y las mejoras tecnológicas desempeñan un papel causal en el desarrollo. Las estrategias para el manejo del riesgo, como la diversificación, el almacenamiento, el intercambio y la movilidad, participan en la subsistencia con factores restrictivos de varias maneras para producir alimentos. Además, los alimentos de alto rendimiento son innegablemente importantes en la acumulación de riqueza y deudas. En la presente obra se exploran las estrategias utilizadas por los olmecas de la isla de San Lorenzo entre 1800 y 1000 a. C., para manejar los riesgos, con énfasis en sus adaptaciones a un paisaje continuamente en cambio, tal como se puede inferir a partir del patrón de asentamiento, las características del medio ambiente, los recursos y las prácticas de subsistencia. El ritmo sincopado del agua dominaba sus vidas, la impredecible fluctuación del nivel de la misma afectaba la disponibilidad y la producción de recursos de subsistencia. El manejo del riesgo fue un estilo de vida para los olmecas.