Cuando estaban en el instituto, Cade Gallari había anunciado públicamente que se había acostado con Ava Spencer, “la chica gorda”, para ganar una apuesta. Una década más tarde, Ava ya no era la chica ingenua y soñadora que una vez había sido; y se propuso demostrarlo cuando Cade, más guapo que nunca, regresó a la ciudad con una oferta que no pudo rechazar.
Convertido en productor de documentales, Cade iba a rodar un programa sobre la misteriosa mansión que Ava había heredado. Y quería que ella fuese su asistente personal. Ava era lo suficientemente profesional como para estar a su disposición sin darle todo lo que deseaba. Como tenerla de nuevo en su cama. Pero no contaba con la determinación de Cade. Porque él nunca se había olvidado de ella, y no le importaba jugar sucio con tal de conseguir una segunda oportunidad…