Diario del ladrón no es tan solo un diario, pero tampoco es únicamente una novela. A caballo sobre la confesión y la crónica, sobre la invención y el deseo, esta obra clave de la producción de Jean Genet arrastra al lector hacia un mundo de vileza y decadencia, admirablemente trascendido gracias a un consciente poderío verbal e imaginativo que el autor maneja con plena conciencia. El protagonista pretende salvarse del mal por el propio mal.
Ética y estética del vicio podría subtitularse Diario del ladrón, expresando así la posición que Genet toma ante la vida, necesariamente enfrentado con una sociedad a la que ni quiere ni puede pertenecer.
Tras la reedición en 2021 de Diario del ladrón en Francia, siguiendo el texto original de 1948 y recuperando términos, frases y hasta párrafos censurados en su momento por pornográficos, se hacía urgente una nueva traducción de este monumento poético y erótico de la literatura del siglo XX.