Se trata de una obra histórico-jurídica que analiza un conflicto entre personajes históricos, como son el papa Gregorio IX y el emperador del Sacro Imperio Romano Federico II. En este caso, Zecchino nos proyecta en el contexto histórico del siglo XIII, mediante un trabajo puntual y rico, con una escritura llana, que impone una lectura en secciones. La idea principal es la de “conflicto”, que impregna todas las secciones del relato y, como anillos concéntricos, nos guía hacia contenidos más profundos de un debate de naturaleza político-jurídica de fundamental importancia, que contrapone al papa y al emperador, al poder religioso y al poder temporal, a la Iglesia de Roma y al Imperio. El autor parte, con maestría, de una cuestión de naturaleza filológica vinculada a la tradición textual de la constitución del Reino de Sicilia de Federico II sobre una variante terminológica de de nature gremio/de nostro gremio y demuestra que constituye el resultado de un conflicto más profundo que afectaba el fundamento mismo del poder del emperador –respecto del pontífice— para legislar.