La biotecnología promete la revolución más grande de la historia humana. Para fines de esta década habrá dejado muy atrás la energía atómica y los ordenadores en cuanto al efecto que habrá de ejercer sobre nuestra vida cotidiana. Como lo expresó un observador, «la biotecnología va a trasformar todos los aspectos de la vida humana: nuestros servicios médicos, nuestra alimentación, nuestra salud, nuestras diversiones, nuestro cuerpo mismo. Nada volverá a ser igual. Literalmente, va a cambiar la faz del planeta».