Se cumple el centenario de Georges Brassens, el cantautor francés que retrató el siglo xx como nadie, y en Nórdica lo celebramos con una cuidada selección de sus poemas y canciones en edición bilingüe.
Se han escrito tesis doctorales sobre su obra. Su trabajo ha sido traducido a una veintena de idiomas, incluyendo el esperanto. Músicos y artistas de todo el mundo lo homenajean constantemente. Ciento cincuenta escuelas públicas de Francia llevan su nombre, además de centenares de calles, plazas, parques y salas de conciertos.
Brassens sigue siendo el poeta de lo cotidiano, el escritor del francés perfecto y el defensor más acérrimo de la decencia humana. Siempre habrá quien mire al mundo actual y eche en falta el comentario mordaz de un escritor que tenía más de filósofo que de artista, y más de artista que de filósofo.