«Keira es como el día: clara y segura.
Damon es como la noche: oscuro e incierto.
Él cometió un delito, ella forma parte de su condena…
Damon jamás imaginó que un castigo podría ser tan dulce y adictivo».
Damon está acusado por portación de drogas y, para salvarse de ir a la cárcel, es obligado a asistir a un centro de rehabilitación. Allí es donde conoce a Keira, su «insoportable» tutora.
Ella está allí porque este lugar lleno de «casos perdidos» la acerca más a su fallecido padre. No piensa darse por vencida con Damon, a pesar de que lidiar con él es, al principio, muy difícil.
Ambos vienen de mundos muy diferentes, pero se acercan cada vez más y, poco a poco, va naciendo un hermoso y dulce amor. No obstante, hay un enorme secreto que podría destrozarlo todo.