La utopía de una educación inclusiva es una de las caras de la utopía, infinitamente más amplia, de una sociedad también inclusiva que transmita de generación en generación la convicción moral de que ninguna razón biológica ni cultural justifica que nadie tenga menos derechos que los demás. De ahí que, implícitamente, lo que este libro plantea en realidad es un desafío global, imponente, que a la postre legitima que nos preguntemos, entre otras muchas cosas: ¿qué pueden aportar los docentes (cada docente) a los procesos de transformación hacia la inclusión? ¿Qué les ofrecen las universidades (cada universidad)? ¿Qué competencias y valores de los que promueven estas pueden servir más efectivamente para formar no solo profesionales e investigadores de la educación competentes, sino ciudadanos responsables, compasivos y comprometidos con la equidad educativa y social? Mercedes Belinchón Carmona