Qué quiere beber?
–Un vaso de whisky solo.
Era más o menos la misma hora en que, la otra noche, había ido a la calle de Puget, al Canter, para comprar cigarrillos. Y me acordaba de que me había sentido mucho mejor cuando me dieron a beber aquel vaso de whisky. Respiraba con facilidad, la angustia se había esfumado y, con ella, aquel peso que me asfixiaba. Era casi tan bueno como el éter de mi infancia