Generalmente, recitamos las preposiciones sin convicción, con un rítmico y terco juego de vocales y de consonantes que se unen y se desunen monótonamente, y siempre nos olvidamos de alguna o resucitamos otras que descansan en paz hace mucho tiempo. A veces, las menospreciamos por su brevedad y no las consideramos palabras, pero también ellas nos dicen, porque su mundo plural rebosa su aparente pequeñez. Con nuestra imaginación, las vemos estáticas, distantes, suspendidas, como vocablos huérfanos, que podemos transformar u omitir a nuestro arbitrio, y que ocupan un espacio propio y ajeno entre los blancos de las palabras.
Este libro tiene, pues, como objetivo valorar el uso de las preposiciones, sobre todo, cuando verbos, sustantivos y adjetivos las exigen para completar correctamente su significado. Por eso, nos referimos al complemento de régimen preposicional en español. La palabra complemento alude a un sintagma que depende de otro y completa su significado, y régimen, que proviene del verbo regir, implica la exigencia de una determinada preposición en un complemento (Aspira a ocupar un alto cargo en la empresa; Confía en su amigo; Se desprende de la Antártida un gran témpano; Presentó un escrito sobre la infancia; Es hábil para los trabajos de oficina).