El poeta irlandés Patrick Kavanagh distinguía entre el provinciano y el pueblerino. El provinciano, decía, siempre mira de reojo a la gran ciudad, mientras que el pueblerino nunca duda de la validez artística de su propia tierra. Periferias emancipadas reclama esa validez y propone una nueva mirada sobre aquellas literaturas ibéricas que, al emanciparse de su antiguo centro, se convierten en lugar de vanguardia y experimentación artística; cuestionan el canon y lo reformulan, afirman el poder renovador de la subjetividad. Martín López-Vega analiza y pone en relieve las valiosísimas aportaciones de las literaturas peninsulares (catalana, vasca, gallega y asturiana) al coro de la literatura universal.