El surgimiento del Estado como proceso de secularización

Por el contrario, Hobbes se preocupa por la paz y la seguridad, por la «condición mínima» (minimum condition) que permite alcanzar la paz y la seguridad en una sociedad no homogénea. Esto requiere una autoridad suprema para tomar decisiones más allá de toda apelación.

El Estado como entidad política es una entidad de paz, dentro de la cual no se combate ninguna enemistad, a menos que se desintegre en una guerra civil. El Estado es capaz de ser este tipo de entidad mientras tenga el monopolio de la diferenciación entre amigo y enemigo.

Es importante darse cuenta de que el conflicto político y la acción política pueden —pero no necesariamente— conducir a una confrontación de «amigo y enemigo» (Freund-Feind-Unterscheidung), es decir, a la «enemistad».

En lo que se refiere al enfoque del Estado social, Lorenz von Stein me abrió los ojos —también me permitió descubrir el movimiento dialéctico entre libertad e igualdad que casi no es mencionado en la discusión sobre el Rechtsstaat—. La desigualdad social se desarrolla necesariamente a partir de los principios de igualdad jurídica, libertad de empleo remunerado y garantía de la propiedad.

Yo difiero de Forsthoff al afirmar que el aseguramiento de la condición social para la realización de la libertad legal, es parte de la garantía de la libertad y, en esa medida, también tiene un valor constitucional.

Allí dije que entendía el porqué de Bärbel Bohley* cuando dijo lo siguiente: «Esperábamos justicia y recibimos el Rechtsstaat». Sucede que el Rechtsstaat tiene como objetivo principal garantizar la libertad individual y, solo en este marco, también la justicia. Tal vez este fue uno de los motivos de cierta decepción por parte de mucha gente en los nuevos Länder (antiguos estados federados de la RDA), porque ellos tenían expectativas diferentes.

Constitución como la expresión de las decisiones básicas sobre la naturaleza y forma de la unidad política.

El Estado que ya no confía en las fuerzas vinculantes (Bindungskräfte) internas, o que ha sido privado de ellas, es empujado a elevar la realización de la utopía social a su propio programa.

Como Estado liberal solo puede permanecer si la libertad que otorga a sus ciudadanos toma alguna regulación del interior, tanto de una sustancia moral de los individuos como de una cierta homogeneidad de la sociedad en general. Por otra parte, no puede obtener por sí mismo estas fuerzas interiores de regulación por sus propios medios, sino más bien con la compulsión legal y el decreto autoritario.

el Estado liberal secularizado vive de prerrequisitos que no puede garantizar.