«Y aunque mi increíble empresa lograra terminar de modo satisfactorio, no crea que habremos escapado por tanto de nuestro terrible final, pues no es posible huir de aquello que no puede ser evitado».Esas fueron las últimas palabras que John D. Lindgren leyó del puño y letra de su mentor, el profesor Kleinman. En Salem (Massachusetts), durante 1921, aún con un espléndido futuro académico por delante, el profesor guillotinaría su destino tras recibir una inesperada carta anónima. La misiva incluía una oferta que no podría rechazar, pues hundía sus garras en el más flaco de sus puntos débiles: la curiosidad. En torno a ambos personajes se va gestando una historia de horror sobrenatural llena de giros sorprendentes donde la ilusión se torna en angustia; la curiosidad, en miedo; el conocimiento, en locura. Francisco Javier Olmedo ofrece al lector la posibilidad de seguir los pasos del profesor y su alumno más privilegiado con una novela que cuida la ambientación y el rigor histórico. En torno a las cartas de Kleinman, se estructura una trama llena de sobresaltos y de preguntas que encontrarán respuestas tan inesperadas como espeluznantes.