A Clara no le gusta su nombre, aunque la describe a la perfección: optimista, justa e inquebrantable.
Pero los tormentos del pasado y un amor, que solo existe en la complicidad del silencio, hacen que sus palabras se atoren y solo pueda contarlas a Rojizo, su diario y eterno confidente.
Cuando el incansable avance de la vida pone en jaque la rutina del secreto, Simón deberá abrir sus ojos y su corazón, para encontrar respuestas a su incertidumbre y darle vida a la única esperanza de salvar el amor.