En mi diario hay poemas que copié de viejos libros, subrayados de mis lecturas, fotografías, recortes, palabras, notas, listas de compras, de pendientes, de deseos, de días de cumpleaños, de números. Direcciones de gente que he dejado de ver.
Mi padre odia las listas. Dice que no cumplen ningún objetivo en el mundo. Yo hago listas para desquiciar a mi padre. Lo desquicio en secreto.
Mi padre, al igual que casi todo el mundo, no sabe nada de mí.