Un filósofo considera si los argumentos científicos y filosóficos contra el libre albedrío son razón suficiente para renunciar a nuestra fe en él.
En nuestra vida diaria, realmente pareciera que tenemos libre albedrío, que lo que hacemos de un momento a otro está determinado por decisiones conscientes que tomamos libremente. Te levantas del sofá, sales a caminar, comes helado de chocolate. Pareciera que tenemos el control de acciones como estas; si lo tenemos, entonces gozamos de libre albedrío. Pero en los últimos años, algunos han argumentado que el libre albedrío es una ilusión. El neurocientífico (y autor de best-sellers) Sam Harris y el fallecido psicólogo de Harvard Daniel Wegner, por ejemplo, afirman que ciertos hallazgos científicos refutan el libre albedrío. En este atractivo y accesible volumen de la serie Conocimientos esenciales, el filósofo Mark Balaguer examina los diversos argumentos y experimentos que se han citado para respaldar la afirmación de que los seres humanos no tienen libre albedrío y que él considera exagerados y equivocados.
Balaguer discute el determinismo, la visión de que todo evento físico está predeterminado o es causado completamente por eventos anteriores. Describe varios argumentos filosóficos y científicos contra el libre albedrío, incluido uno basado en los famosos experimentos neurocientíficos de Benjamin Libet, que supuestamente muestran que nuestras decisiones conscientes son causadas por eventos neuronales que ocurren antes de que elijamos. Considera varios puntos de vista religiosos y filosóficos, incluido el compatibilismo. Balaguer concluye que los argumentos en contra del libre albedrío presentados por filósofos, psicólogos y neurocientíficos simplemente no funcionan. No proporcionan ninguna buena razón para dudar de su existencia. Pero, advierte, que eso tampoco significa necesariamente que lo tengamos. La pregunta de si tenemos libre albedrío sigue abierta; simplemente no sabemos lo suficiente sobre el cerebro para poder responderla definitivamente.