Una amarga rivalidad separa a los Woodfall y los Hayes desde hace casi un siglo, pero las iras de los adultos no lograron impedir que los niños Moira Hayes y Kenneth Woodfall compartieran juegos de infancia. Cuando Kenneth regresa de la guerra, Moira se ha convertido en toda una dama y él no tarda en darse cuenta de que inocente amistad infantil se ha convertido en algo mucho más profundo. Por desgracia, Moira está comprometida con un primo lejano, el barón Edwin Baillie, tan interesado en heredar las propiedades de los Hayes como de terminar con las luchas con los Woodfall. Pero una noche de tormenta, la joven Moira se ve obligada a refugiarse con Kenneth en una aislada cabaña, y lo que había empezado como el recuerdo de una travesura juvenil pasa a convertirse en una pasión arrasadora, que amenaza con destruir para siempre la frágil paz que existe entre ambas familias.