Un alma no iluminada está privada de Dios Pero si ha sido iluminada, ha alcanzado lo que buscaba. Tal es el verdadero fin del alma: tocar aquella Luz y contemplarla a través de la misma Luz, no con una luz ajena, sino mediante la misma Luz con la cual ve. Porque la Luz que la ilumina es la misma Luz que debe contemplar. Tampoco el sol se ve mediante una luz diversa. ¿Y cómo puede darse esto? Eliminado las demás cosas.