Una estación meteorológica posible se constituye en una herramienta, no sólo para la recolección de valiosos datos en lugares apartados, sino también como un excelente ejercicio académico para que niños y estudiantes conozcan algunos conceptos de clima e identifiquen patrones del tiempo atmosférico y su relación con la vida diaria (e.g. comportamieto de las aves, floración, formación de lluvias, prácticas agrícolas), aprendiendo mediante la didáctica, la manualidad y el juego, conceptos científicos y técnicos, que explican, en parte, la dinámica atmosférica. La imposibilidad de tener equipos especializados para la medición de estas variables no debe construirse en una talanquera. La «Ingeniería de lo Posible» nos enseña a mirar los problemas de una forma distinta, planeando retos en la propuesta de soluciones efectivas y de bajo costo, sin dependencia de las tecnologías que -en algunos casos- soló parecen desarrollarse en beneficio de aquellos que tienen dinero con qué pagarlas.