—¿Crees en segundas oportunidades? —Me muerdo el labio inferior.
—En segundas, terceras, cuartas... Las que hagan falta. El tiempo que haga falta. Si la persona es la adecuada —añade.
—Si la persona es... ¿Lola?
Esta vez, sostiene mi mirada.
—Sólo si la otra persona es Cricket.