No tengo necesidad de sacar conclusiones, me conformo con que los pensamientos estén a medio formar, pero presentes. Leer mucho sobre ciencia, tecnología, sociedad, economía y cultura es la materia prima que alimenta mi imaginación. Esa información se queda contigo, y en un momento dado, al doblar una esquina, te topas con un «ajá», un momento de comprensión más profunda. Distingues un patrón nuevo: es un instante de serendipia. Es el subconsciente el que lleva a cabo todo este trabajo tan complicado, así que no tiene sentido intentar acelerar el proceso.