TODO EL MUNDO OCULTA ALGO DE SÍ MISMO
Simon se considera un hombre feliz hasta que su hija mayor, Paige, se convirtió en drogadicta y se alejó de su familia. Hasta ahora, todos los intentos por recuperarla han sido infructuosos. Sin embargo, su padre persiste en su búsqueda y averigua que algunos días ella toca la guitarra en Central Park. Al reencontrarse ambos allí, Paige sale corriendo y en el camino de Simon se interpone repentinamente Aaron, el joven responsable de arrastrar a la chica a su descenso a los infiernos.
Tres meses más tarde, alguien asesina a Aaron y Paige permanece en paradero desconocido. Los motivos de su huida son mucho más complejos de lo que Simon sospecha.