¿Cómo fortalecer una cultura de la asociatividad y del liderazgo rural? La respuesta no está en aprender y aplicar fórmulas, sino en proponer y dinamizar procesos inter y transdisciplinares que garanticen la vivencia de la asociatividad y del liderazgo por medio de la comunicación, la confianza, el diálogo, la consciencia comunal, el trabajo comunitario, el liderazgo participativo, el reconocimiento mutuo y el sentido de pertenencia.
Esto para el fortalecimiento de una cultura en la que se refuercen la autoestima, la autonomía, la responsabilidad y el compromiso del padre de familia, el docente y el estudiante como sujeto potenciado, capaz de liderar procesos de emprendimiento individual y colectivo. La cultura se debe cimentar en la participación, la solidaridad y la sinergia; cualificadas con prácticas pedagógicas reflexivas y críticas para la transformación sociocultural y la resignificación histórica.