Hay muchas preguntas sin responder al final del libro. No soy partidaria de esta clase de finales, me intriga y luego me deja botada.
Aunque en todo el libro funcionó de la misma forma, seguimos a la protagonista sin tener mucha idea de lo que pasaba en el exterior.
Me gustó mucho el estilo de la narración: íntimo y personal, muy reflexivo y crítico no solamente con las circunstancias sino consigo misma. Conforme Cedar va sufriendo los cambios, nosotros los sufrimos con ella, tenemos esperanza y atravesamos el caos y las dudas.
Las reflexiones que hace sobre el embarazo, el parto y la maternidad son de las partes más difíciles de leer: no solamente por el dolor que reflejan sino por las injusticias que está viviendo la protagonista.
Todo implecable y estremecedor hasta que sientes que no termina.
Falta la etiqueta en bookmate de "espiritual" para este librazo