A finales de 1945, cerca de la aldea de Nag Hammadi, a unos cien kilómetros de Luxor, unos beduinos encontraron accidentalmente una vasija con antiguos códices, muchos de los cuales resultaron ser Evangelios desconocidas hasta entonces, junto a otros importantes textos pertenecientes a las primeros tiempos del cristianismo, y todos ellos con un fuerte contenido gnóstico. Tiempo después, estos documentos, conocidos actualmente como la Biblioteca de Nag Hammadi, son considerados como una de las fuentes más importantes de información sobre el cristianismo primitivo y sobre la figura y enseñanzas de Jesús.