El propósito de este libro no está guiado por el prejuicio del “todo estaba ya en Marx”, todo lo contrario; la manera en que el propio Marx querría ser leído hoy en día pasa por actualizar “El capital”. En el contexto de redescubrimiento de “El capital” imperante, y si queremos evitar la repetición de algunos errores del pasado, debemos dejar de ver “El capital” como el monumento intocable que ciertamente no es, y tratar de continuar la investigación que Marx inaugurara, pero que él mismo no pudo concluir.