La interrelación entre la estructura gramatical y la estructura de significado subyacente a aquélla constituye la base sobre la cual la comunicación humana encuentra su asidero para transmitir piezas de información entre emisor y receptor. Para alcanzar esta meta, es necesario que el sentido codificado de las estructuras lingüísticas se encuentre apropiadamente cohesionado conformando un texto, de modo que se establezca una línea temática ininterrumpida que permita acceder al intercambio comunicativo.